Historia y fundación de la Aldea
La Aldea Protestante fue fundada por pobladores de la orilla derecha del Volga y algunos que procedían del Wiesenseite. Los inmigrantes llegaron a Entre Ríos a mediados de enero de 1878 y debieron recorrer un penoso camino para llegar hasta Diamante que se encontraba en los altos de enormes barrancas. Diamante era un villorio de ranchos con apenas siete casas de material y una iglesia.
Hallaron gente hospitalaria y residieron temporalmente en una amplia casa antigua sin vidrios en las ventanas, otros acamparon en la plaza y en casas vecinas. Estos colonizadores vivieron juntos tres semanas en Diamante y un 29 de enero de 1878 se trasladaron a un campamento rústico, en el cual se habían construido tres galpones de paja, de 16 x 30 metros cada uno, ubicados en forma de herradura. Los diamantinos despidieron a nuestros colonos con un suculento asado de confraternidad. Al amanecer emprendieron el viaje hacia Colonia General Alvear, en carretas cargadas con sus pocos enseres domésticos y ropas; mientras que los hombres caminaban detrás de los carretones, las mujeres y los niños fueron instalados en los mismos y al paso lento y cansino de los bueyes, se iban acercando al nuevo destino.
El campamento estaba ubicado aproximadamente a dos mil metros al Nordeste de Valle María, en tierras vírgenes, jamás roturadas ni sembradas, con vegetación natural de espartillo y raleado de monte de espinillo, con animales salvajes y sin caminos. De los tres galpones instalados allí, dos fueron ocupados por los católicos y el tercero por los protestantes. Llegados al lugar del campamento, las enormes carretas fueron descargadas y las familias fueron ocupando los lugares asignados por las autoridades; los colchones fueron improvisados con el espartillo circundante, echado sobre el suelo para servir de cama durante las dieciocho semanas que permanecieron allí.
El gobierno había decidido asignarle a cada familia una parcela para que se establecieran en su propia chacra, causando así descontento entre los colonos que estaban acostumbrados a vivir en aldeas. El trabajo de mensura y loteo que realizaban los agrimensores recién concluyó en el mes de abril y los colonos debieron de construir todas clases de implementos agrícolas, rústicos carros de madera con ruedas de lapacho de considerable diámetro.
Cada domingo, ante la carencia de pastor, los protestantes se reunían para leer en comunidad pasajes de la santa Biblia y cantar los himnos habituales para tal ocasión.
Terminadas las tareas de mensura, hacia fines de abril, se les comunicó que procederían al sorteo de las chacras para cada familia, todos debían de aceptar y comprometerse en ir a vivir en su respectivo lote. La situación se hizo tirante, dado que ese no era el modo de vida al que estaban acostumbrados. Culminaba el mes de junio y era preciso comenzar con la siembra de maíz, además los colonos aún no habían comenzado con la construcción de sus casas en las correspondientes chacras.
Los colonos recibieron un ultimátum, interpusieron su decisión de irse a Hinojo ó al Brasil, donde no había restricciones respecto del agrupamiento en aldeas. Finalmente, después de catorce días el Presidente Avellaneda accedió a la petición de nuestros colonos y resolvió la cuestión conforme sus deseos.
Los protestantes que inicialmente fueron estimados en 40 familias (25% del total), sufrieron una amarga experiencia en relación a su radicación; pues, como todo poblado, buscaron la cercanía de un arroyo y napas de agua poco profundas. Por ello se establecieron a orillas del arroyo Ensenada al Sudeste de la Colonia; pronto se dieron cuenta de que habían cometido un grave error y que el lugar era totalmente inadecuado por la existencia de napas muy profundas y después de una lluvia el agua de la Ensenada se mantenía muy sucia, no potable e inapta para lavar la ropa y consumo. Aparte de esto corrían serio peligro a causa del desborde de sus aguas después de una gran lluvia; así perdieron tiempo por su inexperiencia y hallaron un lugar mejor que es el actual en donde se levanta, a la vera de un arroyito con abundante vertiente natural.
Las primeras viviendas construídas a orillas de la Ensenada consistía en cuatro postes de sostén plantados y paredes preparadas con entretejido de varillas de sauce, que luego recubrían con barro. El techo fue de paja y caña, atada con tientos de cuero crudo; las puertas se fabricaban con un marco de varas que luego se cubría con entrelazado de paja o caña. Algunas familias construían sus habitaciones en un edificio contiguo, ahorrándose materiales y tiempo.
Cuando cambiaron de lugar, construyeron edificios normales y tuvieron la primera casa de material ; por los inconvenientes señalados, la fecha de construcción de la actual aldea, es octubre de 1878.
Fuente: El Ultimo Puerto - Olga Weyne
Hallaron gente hospitalaria y residieron temporalmente en una amplia casa antigua sin vidrios en las ventanas, otros acamparon en la plaza y en casas vecinas. Estos colonizadores vivieron juntos tres semanas en Diamante y un 29 de enero de 1878 se trasladaron a un campamento rústico, en el cual se habían construido tres galpones de paja, de 16 x 30 metros cada uno, ubicados en forma de herradura. Los diamantinos despidieron a nuestros colonos con un suculento asado de confraternidad. Al amanecer emprendieron el viaje hacia Colonia General Alvear, en carretas cargadas con sus pocos enseres domésticos y ropas; mientras que los hombres caminaban detrás de los carretones, las mujeres y los niños fueron instalados en los mismos y al paso lento y cansino de los bueyes, se iban acercando al nuevo destino.
El campamento estaba ubicado aproximadamente a dos mil metros al Nordeste de Valle María, en tierras vírgenes, jamás roturadas ni sembradas, con vegetación natural de espartillo y raleado de monte de espinillo, con animales salvajes y sin caminos. De los tres galpones instalados allí, dos fueron ocupados por los católicos y el tercero por los protestantes. Llegados al lugar del campamento, las enormes carretas fueron descargadas y las familias fueron ocupando los lugares asignados por las autoridades; los colchones fueron improvisados con el espartillo circundante, echado sobre el suelo para servir de cama durante las dieciocho semanas que permanecieron allí.
El gobierno había decidido asignarle a cada familia una parcela para que se establecieran en su propia chacra, causando así descontento entre los colonos que estaban acostumbrados a vivir en aldeas. El trabajo de mensura y loteo que realizaban los agrimensores recién concluyó en el mes de abril y los colonos debieron de construir todas clases de implementos agrícolas, rústicos carros de madera con ruedas de lapacho de considerable diámetro.
Cada domingo, ante la carencia de pastor, los protestantes se reunían para leer en comunidad pasajes de la santa Biblia y cantar los himnos habituales para tal ocasión.
Terminadas las tareas de mensura, hacia fines de abril, se les comunicó que procederían al sorteo de las chacras para cada familia, todos debían de aceptar y comprometerse en ir a vivir en su respectivo lote. La situación se hizo tirante, dado que ese no era el modo de vida al que estaban acostumbrados. Culminaba el mes de junio y era preciso comenzar con la siembra de maíz, además los colonos aún no habían comenzado con la construcción de sus casas en las correspondientes chacras.
Los colonos recibieron un ultimátum, interpusieron su decisión de irse a Hinojo ó al Brasil, donde no había restricciones respecto del agrupamiento en aldeas. Finalmente, después de catorce días el Presidente Avellaneda accedió a la petición de nuestros colonos y resolvió la cuestión conforme sus deseos.
Los protestantes que inicialmente fueron estimados en 40 familias (25% del total), sufrieron una amarga experiencia en relación a su radicación; pues, como todo poblado, buscaron la cercanía de un arroyo y napas de agua poco profundas. Por ello se establecieron a orillas del arroyo Ensenada al Sudeste de la Colonia; pronto se dieron cuenta de que habían cometido un grave error y que el lugar era totalmente inadecuado por la existencia de napas muy profundas y después de una lluvia el agua de la Ensenada se mantenía muy sucia, no potable e inapta para lavar la ropa y consumo. Aparte de esto corrían serio peligro a causa del desborde de sus aguas después de una gran lluvia; así perdieron tiempo por su inexperiencia y hallaron un lugar mejor que es el actual en donde se levanta, a la vera de un arroyito con abundante vertiente natural.
Las primeras viviendas construídas a orillas de la Ensenada consistía en cuatro postes de sostén plantados y paredes preparadas con entretejido de varillas de sauce, que luego recubrían con barro. El techo fue de paja y caña, atada con tientos de cuero crudo; las puertas se fabricaban con un marco de varas que luego se cubría con entrelazado de paja o caña. Algunas familias construían sus habitaciones en un edificio contiguo, ahorrándose materiales y tiempo.
Cuando cambiaron de lugar, construyeron edificios normales y tuvieron la primera casa de material ; por los inconvenientes señalados, la fecha de construcción de la actual aldea, es octubre de 1878.
Fuente: El Ultimo Puerto - Olga Weyne
Vistas aéreas de la Aldea
Para quienes ya no viven en la Aldea pero aún donde estan la recuerdan...
Para quienes se aquerenciaron sin vivir en ella porque allí vivieron sus padres, sus abuelos y muchos parientes...
Para todos los fanáticos de nuestra Aldea que allí tienen sus afectos....
Miguel Schlegel la sobrevoló para obtener unas hermosas imágenes de nuestra Aldea desde el cielo. Gracias Miguel por tanto esfuerzo y tan lindo recuerdo!!!
Habitantes fotografiados
Las fotografías aportadas por tantísimos colaboradores, se exhiben aquí. Dada la gran cantidad, hemos seleccionados algunas que consideramos las más representativas ( a nuestro entender).
Hemos separado las mismas en: Habitantes (personas retratadas en forma individual), Matrimonios (fotografía de esposos) y Familias y grupos (referidas a fotografías grupales y/o familiares) .
Hemos separado las mismas en: Habitantes (personas retratadas en forma individual), Matrimonios (fotografía de esposos) y Familias y grupos (referidas a fotografías grupales y/o familiares) .
Documentos y otros de la Aldea
Sólo quien intenta construír su historia familiar sabe valorar esos viejos papeles, fotos y otras tantas cosas que nuestros ancianos guardaban en sus baules traidos desde Rusia.
Algunas personas se han desprendido de ellos sin darle la importancia que realmente se merecen, otros los han quemado como dejando atrás un pasado de penurias y sinsabores.....
Si no saben que destino darle a esos papeles y documentos, por favor: donénlos al Museo ó entréguenlos a personas que se dedican a la genealogía. Ellos seguramente les darán una mejor aplicación.
Artesanales de la Aldea
Talabartería Otto
Quien visite la Aldea no podrá pasar por alto la Talabartería de Otto Herbel, la cual cuenta con una variada gama de artículos regionales de fino diseño, buen gusto, de excelente calidad y dignos de exportación. Como si esto fuera poco, recibirá la cálida atención de sus propios dueños que siempre le han puesto un toque de distinción a este oficio de trabajar con talabartes y correajes.
Contáctese al: 0343-4997048
La Alemanita
Paseando por la Aldea, podrá adquirir los mejores dulces, alfajores artesanales y frutas en almíbar fabricados por la Familia Schulz. Entre la amplia variedad de dulces encontramos de durazno, higo, manzana, pera, tomate, ciruela, mamón,naranja, zapallo y el dulce de leche. También disponen de higos, duraznos, pera y mamón en almíbar.
La Alemanita no es sólo una empresa familiar dedicada a la elaboración de dulces artesanales. Es además el placer de recordar uno de los tiempos más felices de la vida. Es volver a esas tardes de la infancia en que nos sentábamos a tomar la merienda y la abuela nos servía la leche, el pan y esos inolvidables dulces cocinados por ella misma.
La Alemanita lo invita entonces a degustar sus productos, elaborados en base a esas recetas de la abuela.
Contáctese al: 0343-4997039
Quien visite la Aldea no podrá pasar por alto la Talabartería de Otto Herbel, la cual cuenta con una variada gama de artículos regionales de fino diseño, buen gusto, de excelente calidad y dignos de exportación. Como si esto fuera poco, recibirá la cálida atención de sus propios dueños que siempre le han puesto un toque de distinción a este oficio de trabajar con talabartes y correajes.
Contáctese al: 0343-4997048
La Alemanita
Paseando por la Aldea, podrá adquirir los mejores dulces, alfajores artesanales y frutas en almíbar fabricados por la Familia Schulz. Entre la amplia variedad de dulces encontramos de durazno, higo, manzana, pera, tomate, ciruela, mamón,naranja, zapallo y el dulce de leche. También disponen de higos, duraznos, pera y mamón en almíbar.
La Alemanita no es sólo una empresa familiar dedicada a la elaboración de dulces artesanales. Es además el placer de recordar uno de los tiempos más felices de la vida. Es volver a esas tardes de la infancia en que nos sentábamos a tomar la merienda y la abuela nos servía la leche, el pan y esos inolvidables dulces cocinados por ella misma.
La Alemanita lo invita entonces a degustar sus productos, elaborados en base a esas recetas de la abuela.
Contáctese al: 0343-4997039
Cementerio de la Aldea
Aquí yacen quienes nos precedieron en el camino de la vida, quienes labraron estos fértiles campos, vieron crecer las primeras espigas de trigo y con ellas la dicha de un nuevo porvenir.
En este apacible lugar descansan quienes fueron sus fundadores, nuestros ancestros, nuestra familia.
Ingresando al Cementerio de la Aldea Protestante encontramos un camino principal que esta bordeado por algunos pinos que aún no fueron talados, el cual conduce a la Cruz Mayor. Dos panteones: sobre la izquierda el perteneciente a la Familia Stieben y sobre la derecha, el de la Familia Kozel. Podemos observar sobre el lado izquierdo, sepulturas muy antiguas de hierro forjado.
En este apacible lugar descansan quienes fueron sus fundadores, nuestros ancestros, nuestra familia.
Ingresando al Cementerio de la Aldea Protestante encontramos un camino principal que esta bordeado por algunos pinos que aún no fueron talados, el cual conduce a la Cruz Mayor. Dos panteones: sobre la izquierda el perteneciente a la Familia Stieben y sobre la derecha, el de la Familia Kozel. Podemos observar sobre el lado izquierdo, sepulturas muy antiguas de hierro forjado.
Hotel de Inmigrantes 2006
Miembros de la Aldea Protestante representaron el 7 de octubre 2006 el casamiento simbólico en la Segunda Muestra realizada por el Centro Argentino Cultural Wolgadeutsche en el Museo Nacional de la Inmigración en el Barrio de Retiro de la Capital Federal, Provincia de Bs.As.
Alemanes del Volga - Segundo Congreso
Después de tan hermoso aniversario, decidimos mostrarle al mundo cómo se vivió la fiesta en la Aldea y armamos un pequeño stand en el Segundo Congreso de Alemanes del Volga realizado en octubre 2003 a los fines de exhibir fotografías y algunos productos típicos como los de la Talabartería de Otto Herbel, los dulces de la Familia Schulz y otros tantos.
Miguel Schlegel se encargó de fabricar un arco similar al de la entrada a la Aldea Protestante que luego fue trasladado a la misma por los habitantes que asistieron al congreso. Una de las fotografías de la Aldea fue la tapa de las Memorias de este segundo congreso.
Fundadores de la Aldea

La mayoría de los precitados llegaron en el Montevideo en Diciembre de 1877.
Iglesias de la Aldea
Dos iglesias encontramos en nuestra Aldea: Iglesia Evangélica Congregacional e Iglesia Evangélica del Río de La Plata.
Al iniciarse la colonización ningún inmigrante tenía idea de como había de encararse y organizarse la vida eclesiástica y la atención pastoral. En ausencia de los pastores durante los inicios, especialmente en Entre Ríos, suplieron las instrucciones religiosas los maestros-hermanos, además de realizar todos los actos pastorales: bautismos, bendiciones, nupcias y sepelios.
Estos seudo-pastores no llegaron a colmar las expectativas de los colonos de la Aldea Protestante, quienes por consejo del Pastor Wrege, solicitaron el 10 de Noviembre de 1895, un pastor propio y estable.
La solicitud se dirigió al Consistorio Supremo de la Iglesia de la "Unión Antiguo-Prusiana" con sede en Berlín,Alemania; por un lado los dos pastores que hasta 1895 habían visitado a los inmigrantes en Entre Ríos pertenecían a esta institución por el otro, esta tenía un carácter "unido" agrupando a luteranos y reformados, como el Sínodo del Volga. En conformidad con esta tradición la oficina de Berlín se ofrecia a sí misma como la nueva "iglesia-madre" para los Alemanes del Volga, dado que el Sínodo de Saratov ya no podía proveerlos de pastores y de atención eclesiástica.
El Consistorio de Berlín envió el primer pastor evangélico alemán estable en Entre Ríos: Pastor Bruno Heyne, el cual fue instalado en su cargo el 23 de abril de 1896 por el Pastor Wrege con la asistencia del Pastor Guillermo Bussmann, en representación de la Congregación de Buenos Aires; así se echaron desde un principio las bases de una relación no sólo con la iglesia luterana de Alemania, sino también con las de orígen alemán en Argentina.
En 1899 la Congregación recibió personería jurídica luego de haberse constituído legalmente con sus estatutos; el 4 de marzo de 1900 se hizo miembro del Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata (IERP), y el 30 de diciembre de 1901, toda la Congregación se incorporó a la Unión Antiguo-Prusiana de Alemania.
La etapa de formación se va confundiendo cronológicamente con la incipiente extensión de la colonización Entre Ríos, que llevaba implícita la ampliación de la labor pastoral y la constitución de nuevas congregaciones en suelo entrerriano; con la llegada de nuevos contingentes inmigratorios y la formación de colonias de arrendatarios en los alrededores de Aldea Protestante, madre de todas las colonias con Valle María e Hinojo, se dilató el ámbito poblado por los inmigrantes formándose dos focos: centro-sur y norte de la Provincia. Debido a ello, el Pastor radicado en Aldea Protestante se convirtió paulatinamente en pastor itinerante, viéndose obligado a perder la mayor parte de su tiempo en viajes para visitar las incipientes congregaciones e instalar las nuevas en las fundaciones que surgían; de esta manera se vio la necesidad de instalar un segundo pastor en Entre Ríos, creándosse la parroquia de Ramírez en 1909, constituyéndose en congregación independiente el 13 de marzo de 1910.
En el orden eclesiástico y comunitario las congregaciones entrerrianas tuvieron que afrontar en dos oportunidades, movimientos separatistas; el primero se produjo por la relación tirante existente entre el Sínodo y Mathesius, dirigiéndose este al Sínodo de Misuri en los Estados Unidos (Cuerpo Eclesiástico Luterano), el cual lo apoyó dando orígen a una filial dependiente de aquel Sínodo en la Argentina y se denomina Iglesia Evangélica Luterana Argentina (IELA).
El otro movimiento fue iniciado por Georg Geier en filiales de los alrededores de Urdinarrain; por carencia de maestros, ocupó este cargo por varios años con el título de colegial ayudante de maestro y luego solicitó su ordenación como Pastor del Sínodo Congregacional de los Estados Unidos, recibiendo apoyo y fundándose a partir de 1924, varias filiales en Entre Ríos y otras provincias que constituyen la Iglesia Evangélica Congregacional.
Fuente: Los Alemanes del Volga - Víctor P.Popp/Nicolás Dening
Al iniciarse la colonización ningún inmigrante tenía idea de como había de encararse y organizarse la vida eclesiástica y la atención pastoral. En ausencia de los pastores durante los inicios, especialmente en Entre Ríos, suplieron las instrucciones religiosas los maestros-hermanos, además de realizar todos los actos pastorales: bautismos, bendiciones, nupcias y sepelios.
Estos seudo-pastores no llegaron a colmar las expectativas de los colonos de la Aldea Protestante, quienes por consejo del Pastor Wrege, solicitaron el 10 de Noviembre de 1895, un pastor propio y estable.
La solicitud se dirigió al Consistorio Supremo de la Iglesia de la "Unión Antiguo-Prusiana" con sede en Berlín,Alemania; por un lado los dos pastores que hasta 1895 habían visitado a los inmigrantes en Entre Ríos pertenecían a esta institución por el otro, esta tenía un carácter "unido" agrupando a luteranos y reformados, como el Sínodo del Volga. En conformidad con esta tradición la oficina de Berlín se ofrecia a sí misma como la nueva "iglesia-madre" para los Alemanes del Volga, dado que el Sínodo de Saratov ya no podía proveerlos de pastores y de atención eclesiástica.
El Consistorio de Berlín envió el primer pastor evangélico alemán estable en Entre Ríos: Pastor Bruno Heyne, el cual fue instalado en su cargo el 23 de abril de 1896 por el Pastor Wrege con la asistencia del Pastor Guillermo Bussmann, en representación de la Congregación de Buenos Aires; así se echaron desde un principio las bases de una relación no sólo con la iglesia luterana de Alemania, sino también con las de orígen alemán en Argentina.
En 1899 la Congregación recibió personería jurídica luego de haberse constituído legalmente con sus estatutos; el 4 de marzo de 1900 se hizo miembro del Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata (IERP), y el 30 de diciembre de 1901, toda la Congregación se incorporó a la Unión Antiguo-Prusiana de Alemania.
La etapa de formación se va confundiendo cronológicamente con la incipiente extensión de la colonización Entre Ríos, que llevaba implícita la ampliación de la labor pastoral y la constitución de nuevas congregaciones en suelo entrerriano; con la llegada de nuevos contingentes inmigratorios y la formación de colonias de arrendatarios en los alrededores de Aldea Protestante, madre de todas las colonias con Valle María e Hinojo, se dilató el ámbito poblado por los inmigrantes formándose dos focos: centro-sur y norte de la Provincia. Debido a ello, el Pastor radicado en Aldea Protestante se convirtió paulatinamente en pastor itinerante, viéndose obligado a perder la mayor parte de su tiempo en viajes para visitar las incipientes congregaciones e instalar las nuevas en las fundaciones que surgían; de esta manera se vio la necesidad de instalar un segundo pastor en Entre Ríos, creándosse la parroquia de Ramírez en 1909, constituyéndose en congregación independiente el 13 de marzo de 1910.
En el orden eclesiástico y comunitario las congregaciones entrerrianas tuvieron que afrontar en dos oportunidades, movimientos separatistas; el primero se produjo por la relación tirante existente entre el Sínodo y Mathesius, dirigiéndose este al Sínodo de Misuri en los Estados Unidos (Cuerpo Eclesiástico Luterano), el cual lo apoyó dando orígen a una filial dependiente de aquel Sínodo en la Argentina y se denomina Iglesia Evangélica Luterana Argentina (IELA).
El otro movimiento fue iniciado por Georg Geier en filiales de los alrededores de Urdinarrain; por carencia de maestros, ocupó este cargo por varios años con el título de colegial ayudante de maestro y luego solicitó su ordenación como Pastor del Sínodo Congregacional de los Estados Unidos, recibiendo apoyo y fundándose a partir de 1924, varias filiales en Entre Ríos y otras provincias que constituyen la Iglesia Evangélica Congregacional.
Fuente: Los Alemanes del Volga - Víctor P.Popp/Nicolás Dening
125º aniversario de la Aldea
El Sábado 27 de Septiembre 2003 pudimos observar los preparativos y reuniones previas al gran festejo de la Aldea. Se probaron los carros, se organizó una muestra de antigüedades con el aporte de material de todos sus habitantes, se realizaron entrevistas radiales para difundir el importante acontecimiento y en el Bar de Herbel se reunieron a degustar comidas típicas los integrantes de la Comisión del Segundo Congreso de Alemanes del Volga y amigos. Toda la Aldea estaba en movimiento....
El Domingo 28 de Septiembre 2003 se realizó el acto conmemorativo de los 125 años de la Aldea en la Plaza con la masiva concurrencia de todos sus habitantes e invitados. Habló el presidente de la Junta de Gobierno Mario Schanzenbach, Se descubrieron placas conmemorativas, Yolanda Wagner recitó una hermosa poesía, el coro de ambas iglesias entonó el Grosser Gott wir loben dich y los Pastores Diem (Iglesia Evangélica del Río de La Plata) y Fink (Iglesia Congregacional) se pronunciaron al respecto. Luego del acto, se procedió a revivir la ceremonia tradicional del casamiento simbólico y luego la fiesta donde además de degustar un variado menú y escuchar muy buena música, se entregaron plaquetas recordatorias a los habitantes más antigüos de la Aldea. Ellos fueron: María Lenz, Elvira Stürtz, Elsa Fischer, Olga Erbes, Elsa Schanzenbach, Luisa Brauer, Frida Schanzenbach, Amalia Schneider, María Dahlinger, Juan Hess, Emilio Erbes, María Mafini, Luisa Eberhardt, Teresa Kantlen, Guillermo Hock, Federico Hering, José Wagner, Emilio Fischer, Teodoro Peil, Lidia Meissinger, Olga Schulz, Adela Reimer, Teresa Wolf, David Wagner, Rodolfo Schanzenbach, Enrique Dahlinger, Luisa Wolf y María Wagner.
Los protagonistas del casamiento simbólico realizado fueron: los novios Paula Dalinger y Herber Toledo, los bastoneros: Hernán Schädel y Armando Stricker, los hermanitos de la novia Gretel Hering y Walter Müller, los padrinos Patricia Straüch y Julio Wolf, María Herdt y Carlos Dahlinger, Andrea Herbel y Walter Wagner, los cinteros: Gisella May y Diego Dahlinger, Fernanda Wolf y Diego Hepp, Jennifer Schneider y Facundo Hering, Estefanía Peil y Eric Toledo, Carla Toledo y Javier Schädel, Paola Toledo y Cristian Peil.
Un inmenso agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible este inolvidable aniversario que permanecerá por siempre en nuestro recuerdo. Gracias por las hermosas fotografías aportadas a: Celso B.Unrein, Juan C. Scheigel Huck y Jorge Dipasquale.
Gracias a todos los habitantes de la Aldea por compartir con nosotros este momento donde todo fue definitivamente: MARAVILLOSO.
El Domingo 28 de Septiembre 2003 se realizó el acto conmemorativo de los 125 años de la Aldea en la Plaza con la masiva concurrencia de todos sus habitantes e invitados. Habló el presidente de la Junta de Gobierno Mario Schanzenbach, Se descubrieron placas conmemorativas, Yolanda Wagner recitó una hermosa poesía, el coro de ambas iglesias entonó el Grosser Gott wir loben dich y los Pastores Diem (Iglesia Evangélica del Río de La Plata) y Fink (Iglesia Congregacional) se pronunciaron al respecto. Luego del acto, se procedió a revivir la ceremonia tradicional del casamiento simbólico y luego la fiesta donde además de degustar un variado menú y escuchar muy buena música, se entregaron plaquetas recordatorias a los habitantes más antigüos de la Aldea. Ellos fueron: María Lenz, Elvira Stürtz, Elsa Fischer, Olga Erbes, Elsa Schanzenbach, Luisa Brauer, Frida Schanzenbach, Amalia Schneider, María Dahlinger, Juan Hess, Emilio Erbes, María Mafini, Luisa Eberhardt, Teresa Kantlen, Guillermo Hock, Federico Hering, José Wagner, Emilio Fischer, Teodoro Peil, Lidia Meissinger, Olga Schulz, Adela Reimer, Teresa Wolf, David Wagner, Rodolfo Schanzenbach, Enrique Dahlinger, Luisa Wolf y María Wagner.
Los protagonistas del casamiento simbólico realizado fueron: los novios Paula Dalinger y Herber Toledo, los bastoneros: Hernán Schädel y Armando Stricker, los hermanitos de la novia Gretel Hering y Walter Müller, los padrinos Patricia Straüch y Julio Wolf, María Herdt y Carlos Dahlinger, Andrea Herbel y Walter Wagner, los cinteros: Gisella May y Diego Dahlinger, Fernanda Wolf y Diego Hepp, Jennifer Schneider y Facundo Hering, Estefanía Peil y Eric Toledo, Carla Toledo y Javier Schädel, Paola Toledo y Cristian Peil.
Un inmenso agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible este inolvidable aniversario que permanecerá por siempre en nuestro recuerdo. Gracias por las hermosas fotografías aportadas a: Celso B.Unrein, Juan C. Scheigel Huck y Jorge Dipasquale.
Gracias a todos los habitantes de la Aldea por compartir con nosotros este momento donde todo fue definitivamente: MARAVILLOSO.
Escuela Nº 5 Patricios
La educación de nuestros inmigrantes suscitó desde un comienzo, serios problemas en todas las zonas del país donde se habían asentado porque las autoridades no exigieron al principio con severidad su instalación y en parte por las dificultades de comunicación entre los maestros y los colonos. Al permanecer aislados, rodeados de latifundios despoblados y alejados de centros urbanos, su lengua de orígen lograba mantenerse vigorosa por mucho tiempo.
En 1893 el inspector P.C.Ramírez en sus informes al Director de Escuelas de la provincia de Entre Ríos, expresó haber constatado en una visita a la Colonia de General Alvear, que en las escuelas sólo se enseñaba castellano una hora por día y que los propios maestros no lo dominaban. En 1894 se originó un debate en los medios educativos nacionales porque los colonos no hablaban el castellano ni lo comprendían.
El Consejo Nacional de Educación intimó a los Consejos Escolares locales a que exigieran a las colonias ceñirse al plan de enseñanza obligatoria, so pena de clausura. Esto implicaba relegar el aprendizaje de la lengua materna, como materia especial. Los Alemanes del Volga, ignoraron el apercibimiento y continuaron con sus clases en alemán.
Las escuelas pasaron a jurisdicción provincial para que, teniendo un control más directo sobre la región, se lograra imponer las disposiciones vigentes a los colonos. Las familias evitaban la concurrencia de sus hijos a la escuela oficial y el Consejo de Paraná decidió el cierre de las mismas.
Continuó la situación de aislamiento y los debates aumentaron. Los hijos de los colonos, aún los nacidos argentinos, continuaron aprendiendo en idioma alemán y finalmente aprendían el castellano. De testimonios recogidos entre colonos y descendientes, incluso entre los nacidos hacia 1940-50 en algunos casos, hay coincidencia en señalar que el alemán fue su primera lengua y que rara vez se hablaba castellano en las escuelas de las colonias. Fue posible así clasificar como bilingües a la mayoría de los adultos de 35 a 40 años en adelante.
Paulatinamente, todos estos conflictos por la cuestión lingüística se fueron suavizando y hacia 1908 ya se observaba una generación joven que entendía y se expresaba en el idioma patrio (bien o mal hablado, pero comprensible).
Todo lo precitado esta profusamente detallado por la autora Olga Weyne en su obra "El Ultimo Puerto".
La Escuela Nº5 de la Aldea Protestante, se creó como reemplazo a las "Escuelas Alemanas" fundadas por los mismos inmigrantes y recibió el nombre de "Patricios" en 1910.
Por tratarse de una escuela abierta a la comunidad, hoy día agrupa bajo su techo un centro de educación de adultos y capacitación laboral, en la que además desarrollan sus tareas la Asociación Cooperadora y un Club de Madres que trabaja para mejorar las instalaciones y aportes.
A lo largo de tantos años, algunos de sus Directores fueron: Carlos Garimberti, María Luisa Trevisán, Carlos Feliciano Santana, Arnaldo Macchi, Oscar Arndt y Lili Herbel.
En octubre de 1998 nuestra querida Escuela Nº 5 "Patricios" cumplió sus 100 años.
Son cientas las personas que forman parte de esta historia sin conocerla, guardando quizás sin valorarlo hasta hoy, anécdotas, fotos, experiencias, pero que plasmándolas en el libro del recuerdo comenzaron a rehacer este centenario.
El Centenario de una escuela es un hecho trascendente para la comunidad. En este caso la Escuela albergó y alberga a todos los habitantes de esta comunidad y a muchas personas que hoy viven en distintas provincias y que se acercaron para festejar sus primeros cien años.
Sus puertas se abrieron a la comunidad, los padres participan de las actividades escolares. Sus aulas albergan a niños desde el Nivel Inicial hasta completar el E.G.B., además al Centro de adultos, al Centro laboral, a los niños que reciben instrucción religiosa, a alumnos, ex alumnos y padres en clases de computación.
En 1893 el inspector P.C.Ramírez en sus informes al Director de Escuelas de la provincia de Entre Ríos, expresó haber constatado en una visita a la Colonia de General Alvear, que en las escuelas sólo se enseñaba castellano una hora por día y que los propios maestros no lo dominaban. En 1894 se originó un debate en los medios educativos nacionales porque los colonos no hablaban el castellano ni lo comprendían.
El Consejo Nacional de Educación intimó a los Consejos Escolares locales a que exigieran a las colonias ceñirse al plan de enseñanza obligatoria, so pena de clausura. Esto implicaba relegar el aprendizaje de la lengua materna, como materia especial. Los Alemanes del Volga, ignoraron el apercibimiento y continuaron con sus clases en alemán.
Las escuelas pasaron a jurisdicción provincial para que, teniendo un control más directo sobre la región, se lograra imponer las disposiciones vigentes a los colonos. Las familias evitaban la concurrencia de sus hijos a la escuela oficial y el Consejo de Paraná decidió el cierre de las mismas.
Continuó la situación de aislamiento y los debates aumentaron. Los hijos de los colonos, aún los nacidos argentinos, continuaron aprendiendo en idioma alemán y finalmente aprendían el castellano. De testimonios recogidos entre colonos y descendientes, incluso entre los nacidos hacia 1940-50 en algunos casos, hay coincidencia en señalar que el alemán fue su primera lengua y que rara vez se hablaba castellano en las escuelas de las colonias. Fue posible así clasificar como bilingües a la mayoría de los adultos de 35 a 40 años en adelante.
Paulatinamente, todos estos conflictos por la cuestión lingüística se fueron suavizando y hacia 1908 ya se observaba una generación joven que entendía y se expresaba en el idioma patrio (bien o mal hablado, pero comprensible).
Todo lo precitado esta profusamente detallado por la autora Olga Weyne en su obra "El Ultimo Puerto".
La Escuela Nº5 de la Aldea Protestante, se creó como reemplazo a las "Escuelas Alemanas" fundadas por los mismos inmigrantes y recibió el nombre de "Patricios" en 1910.
Por tratarse de una escuela abierta a la comunidad, hoy día agrupa bajo su techo un centro de educación de adultos y capacitación laboral, en la que además desarrollan sus tareas la Asociación Cooperadora y un Club de Madres que trabaja para mejorar las instalaciones y aportes.
A lo largo de tantos años, algunos de sus Directores fueron: Carlos Garimberti, María Luisa Trevisán, Carlos Feliciano Santana, Arnaldo Macchi, Oscar Arndt y Lili Herbel.
En octubre de 1998 nuestra querida Escuela Nº 5 "Patricios" cumplió sus 100 años.
Son cientas las personas que forman parte de esta historia sin conocerla, guardando quizás sin valorarlo hasta hoy, anécdotas, fotos, experiencias, pero que plasmándolas en el libro del recuerdo comenzaron a rehacer este centenario.
El Centenario de una escuela es un hecho trascendente para la comunidad. En este caso la Escuela albergó y alberga a todos los habitantes de esta comunidad y a muchas personas que hoy viven en distintas provincias y que se acercaron para festejar sus primeros cien años.
Sus puertas se abrieron a la comunidad, los padres participan de las actividades escolares. Sus aulas albergan a niños desde el Nivel Inicial hasta completar el E.G.B., además al Centro de adultos, al Centro laboral, a los niños que reciben instrucción religiosa, a alumnos, ex alumnos y padres en clases de computación.
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