Escuela Nº 5 Patricios

La educación de nuestros inmigrantes suscitó desde un comienzo, serios problemas en todas las zonas del país donde se habían asentado porque las autoridades no exigieron al principio con severidad su instalación y en parte por las dificultades de comunicación entre los maestros y los colonos. Al permanecer aislados, rodeados de latifundios despoblados y alejados de centros urbanos, su lengua de orígen lograba mantenerse vigorosa por mucho tiempo.

En 1893 el inspector P.C.Ramírez en sus informes al Director de Escuelas de la provincia de Entre Ríos, expresó haber constatado en una visita a la Colonia de General Alvear, que en las escuelas sólo se enseñaba castellano una hora por día y que los propios maestros no lo dominaban. En 1894 se originó un debate en los medios educativos nacionales porque los colonos no hablaban el castellano ni lo comprendían.

El Consejo Nacional de Educación intimó a los Consejos Escolares locales a que exigieran a las colonias ceñirse al plan de enseñanza obligatoria, so pena de clausura. Esto implicaba relegar el aprendizaje de la lengua materna, como materia especial. Los Alemanes del Volga, ignoraron el apercibimiento y continuaron con sus clases en alemán.

Las escuelas pasaron a jurisdicción provincial para que, teniendo un control más directo sobre la región, se lograra imponer las disposiciones vigentes a los colonos. Las familias evitaban la concurrencia de sus hijos a la escuela oficial y el Consejo de Paraná decidió el cierre de las mismas.

Continuó la situación de aislamiento y los debates aumentaron. Los hijos de los colonos, aún los nacidos argentinos, continuaron aprendiendo en idioma alemán y finalmente aprendían el castellano. De testimonios recogidos entre colonos y descendientes, incluso entre los nacidos hacia 1940-50 en algunos casos, hay coincidencia en señalar que el alemán fue su primera lengua y que rara vez se hablaba castellano en las escuelas de las colonias. Fue posible así clasificar como bilingües a la mayoría de los adultos de 35 a 40 años en adelante.

Paulatinamente, todos estos conflictos por la cuestión lingüística se fueron suavizando y hacia 1908 ya se observaba una generación joven que entendía y se expresaba en el idioma patrio (bien o mal hablado, pero comprensible).

Todo lo precitado esta profusamente detallado por la autora Olga Weyne en su obra "El Ultimo Puerto".

La Escuela Nº5 de la Aldea Protestante, se creó como reemplazo a las "Escuelas Alemanas" fundadas por los mismos inmigrantes y recibió el nombre de "Patricios" en 1910.

Por tratarse de una escuela abierta a la comunidad, hoy día agrupa bajo su techo un centro de educación de adultos y capacitación laboral, en la que además desarrollan sus tareas la Asociación Cooperadora y un Club de Madres que trabaja para mejorar las instalaciones y aportes.

A lo largo de tantos años, algunos de sus Directores fueron: Carlos Garimberti, María Luisa Trevisán, Carlos Feliciano Santana, Arnaldo Macchi, Oscar Arndt y Lili Herbel.

En octubre de 1998 nuestra querida Escuela Nº 5 "Patricios" cumplió sus 100 años.

Son cientas las personas que forman parte de esta historia sin conocerla, guardando quizás sin valorarlo hasta hoy, anécdotas, fotos, experiencias, pero que plasmándolas en el libro del recuerdo comenzaron a rehacer este centenario.

El Centenario de una escuela es un hecho trascendente para la comunidad. En este caso la Escuela albergó y alberga a todos los habitantes de esta comunidad y a muchas personas que hoy viven en distintas provincias y que se acercaron para festejar sus primeros cien años.

Sus puertas se abrieron a la comunidad, los padres participan de las actividades escolares. Sus aulas albergan a niños desde el Nivel Inicial hasta completar el E.G.B., además al Centro de adultos, al Centro laboral, a los niños que reciben instrucción religiosa, a alumnos, ex alumnos y padres en clases de computación.

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